16.10.08
Si tuviera que confesarme hoy en dia, diria que no entiendo a la gente que me rodea. No entiendo porqué es lo que es, tampoco entiendo porqué los elegí. No se si fue un error, o si en mi momento tuve razones (que las tuve), pero ahora, analizando actitudes o miradas y pensamientos, pude llegar a la conclusion de que no todas las personas son lo que aparentan o por lo menos aparentaron ser en ese momento. Elegí los amigos con los que estar o compartir cosas. No los elegí por su aspecto físico o popularidad, los elegí porque sentí que habia cierta química, que nos entendíamos, que teníamos cosas en comun, y más que nada, porque desde un primer momento sospeché que no me serían caretas ni nada por el estilo. Pero me equivoqué. Errar es humano. Me vivo equivocando y a veces las cosas como son, dan miedo saberlas. Conozco dos personas, que por cierto son muy cercanas a mi. En su individualidad se podría decir que son geniales, y de los mejores, pero unidos son potencia y se complotan para hacer sentir mal a los demás, se den o no cuenta. De-si-lu-cio-na. Yo teniendo la relacion que llevo hoy en dia con esas dos personas, no me daría la cara para criticar, ni mucho menos hacer sentir mal. Pero son pensamientos de uno mismo. Para mi el dolor ya no es castigo.