Es muy difícil superar una desilución, mas cuando te la provoca el ser que más has amado.
El engaño en sus ojos fue terrible, te dice que te quiere pero por atrás te clava un puñal que te desangra, hubiera preferido una traición a una desilución.
Te mete en un maldito juego de creencias e iluciones, por las noches sos su ángel salvador y en los días su peor error, su maldición, te cubre con un paño oscuro de soledad, de tristeza infinita.
Para él la moneda tiene dos caras, pero me hizo creer que sólo tenía una. Sí, pude ser muy ingenua, pero cuando uno ama no logra verlo.