10.9.08
Todos tenemos nuestro pequeño mundo, aquellos momentos, lugares o pensamientos en que en verdad somos nosotros mismos, seres completos. Aquello que desearíamos que nadie más supiera, cuando en realidad morimos porque sea sabido y sobre todo aceptado. En este mundo que en verdad somos honestos, sea un lugar para consumir droga, un lugar para dejarse llevar, un tiempo para estar con nosotros mismos, un espacio para pensar en lo que no debemos. El hecho es que todos lo tenemos, como si fuera un desafío de la genética a la sociedad. En estos pequeños espacios que podemos expresarnos verdaderamente como las monstruosidades que somos, podemos amar libremente, podemos llorar sin ser juzgados, odiar sin sentir remordimiento, todo menos mentirnos. Podemos fingir que no queremos algo, pero lo cierto es que siempre querremos algo que no podemos tener. Nadie quiere estar solo, perot ambién queremos estar solos para estar en este microcosmos. Es un lugar donde nos sentimos a salvo, donde podemos soñar que todo nos va mejor, un santuario para la esperanza de nuestros corazones.