8.9.08

Escucho el teléfono que suena y suena sin parar, pero me cansé de crear falsas esperanzas. Sé que tú no me llamarás y mucho menos te acordarás de mi. Entonces...¿ Para que atender?.Camino hacia la cosina en busca de algun trago fuerte que haga ahogar mis penas y augurios. Pero no encuentro nada (el teléfono sigue sonando).Me acerco a él y en un acto de arrojo lo tomo para ver el nombre de la persona que llama. Pero mis lágrimas empañan mis ojos como los vidrios de un bar en plena tormenta . Arrojo el teléfono al suelo y corro hacia la puerta.Camino dos cuadras pero me siento desolada, con la mente en blanco y sin saber donde ir. Prendo un cigarro y me siento en el cordón de la calle a ver la gente pasar corriendo... Yo, sola y bajo la lluvia y llorando desesperadamente preguntandome ¿Cómo pude? Te deje ir ... Puedo sentir que ya no estás y aunque me digas que no ha habído otra lo siento.No podes mirarme a los ojos y ser fiel a tu palabra como antes. No trates de convencerme, de perdirme perdón. No pierdas tu tiempo porque ya es demasiado tarde.